¿Recuerdas como éramos?
Tú solías acariciar mis mejillas sonrosadas.¿Recuerdas el efecto que causaba en nosotros el sonido crepitante de las llamas impetuosas danzando traviesas entre las cenizas?
Solías decir que así nos ocurría a nosotros:Nuestros cuerpos se consumían a causa del tiempo ingrato, que nos arrebata la existencia en a penas un suspiro. Aún así, nuestras almas serían más fuertes; conseguirían burlar a la inoportuna muerte.
¡No me mires así!Ya no soy la misma que era. Mi cabello se ha tornado en nieve.
No encuentro el momento para hacerte saber lo mucho que te añoro.Tu sombra me persigue a do quiera que voy.Tu presencia ilumina todas y cada una de las estancias.Y, aunque el fantasma del pasado continúa visitándome día tras día, presiento que éste no es el fin. Todas las almas afines, como las nuestras, terminan fusionándose en una.Y, como si de una Supernova se tratara, nuestros entes eclosionan liberando en el espacio parte de su materia, para después aumentar su fulgor súbitamente de forma espectacular.
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